He llorado por mis compañeros de trabajo, han fallecido 40 entre docentes y empleados, personas muy queridas que cuando ibas a su oficina te saludaban con cariño y respeto, es terrible cuando uno se entera por un correo que alguien ha muerto, y lo hemos vivido con un familiar, el esposo de una de mis hermanas, que pensábamos que se iba a salvar, pero se fue. 

 Al principio de la pandemia estaba muy depresiva, lloraba mucho, trabajaba o dormía, para no pensar, no veía la televisión, no salía; pero los humanos nos adaptamos, ya con el trabajo me levanté, al inicio trabajaba mucho tiempo hasta que me agoté.

 Extraño mucho a mis hermanas, somos 5, tomábamos café, nos abrazábamos, ahora que se murió mi cuñado, se siente impotencia tener una hermana que ha pasado por eso y no poder abrazarla y llorar juntas, esa es una parte muy triste. Es compresible odiar a este virus, mucha gente lo debe odiar, mi hermana está traumatizada.

 Me gustaría que las cosas sean como antes, pero creo que siempre vamos a tener el virus presente, no sé cuanto tiempo vamos a tener esta mascarilla, veo un futuro más solitario, creo que no va ser como antes, todo será más limitado.